Un 10% de los adultos mayores padece de Vértigo Posicional Paroxístico Benigno
- Es el tipo de vértigo más común en la población
adulta, lo que puede aumentar el riesgo de caídas.
- Las mujeres padecen más VPPB que los hombres.
- La Maniobra de Epley es el tratamiento más eficaz
y puede aliviar hasta el 80% de los casos de VPPB.
El vértigo
posicional paroxístico benigno (VPPB) es la causa más común de vértigo. Se
estima que entre un 2 y 3% de la población adulta puede padecer
episodios de VPPB. Sin embargo, con el correr de los años este tipo de vértigo
se vuelve más recurrente, ya que entre un 6 y 10% de los adultos mayores de
60 años lo padece en algún momento. Es en este grupo de personas donde la
triada de mareos, inestabilidad y vértigos son los síntomas más frecuentes.
Es generado
tras un movimiento repentino de la cabeza, como al inclinar la cabeza hacia arriba o hacia
abajo, al acostarse o levantarse o al girar la cabeza bruscamente.
Esto causa
mareos breves que pueden variar en su intensidad. El paciente siente que él o su entorno se
está moviendo o rotando y, si bien se prolonga entre 10 y 60 segundos, genera
una sensación de inestabilidad que provoca mucha angustia en cada episodio.
Esta repetición del síntoma es característica cada vez que se gira la cabeza
(lo más habitual es que ocurra al flexionar la cabeza para colocarse los
zapatos o al extender el cuello al buscar algo en una alacena alta).
Al tratarse de
un síntoma que tiene su origen “dentro de la cabeza” puede generar una
preocupación, a veces innecesaria, de un cuadro neurológico severo.
El vértigo
posicional paroxístico benigno encuentra su origen en un mal funcionamiento
del oído interno. El oído interno está formado por el órgano de Corti
(especializado en audición) y el laberinto. Este último está conformado por una
especie de tres conductos, llamados canales semicirculares y unas estructuras
llamadas ampollas. Estas estructuras están tapizadas en su parte interna por un
tejido muy especializado que es capaz de registrar los movimientos del líquido
que circula en su interior. Cuando uno se mueve, el líquido se desplaza dentro
de estos túbulos, y esta información de movimiento de la cabeza es recibida por
el cerebelo y los núcleos vestibulares, que, luego de algunas conexiones con
otras estructura del cerebro, permiten lograr “un equilibrio deseado”,
ajustando la tensión muscular en la columna o balanceando los miembros, todo
esto de manera inconsciente.
Cada uno de los conductos, por su disposición espacial, se activa según
el movimiento que haga la cabeza.
En 1921 se
describió este cuadro médico y la teoría más aceptada, es que “navegarían” en
este líquido del laberinto algunas partículas que estimularían al epitelio
especializado, haciendo creer al cerebro que el cuerpo se está moviendo más
exageradamente de lo que realmente lo hace.
Causas del VPPB
Si bien no se
han podido definir con exactitud las causas que originan la aparición de este
problema, existen diversos factores que aumentan el riesgo de padecer VPPB. La
edad y el sexo son los dos principales, ya que se ha demostrado que los
adultos mayores tienen mayores episodios de VPPB y son más prevalentes en las
mujeres.
Otros
desencadenantes pueden ser: infecciones de oído crónicas y los traumatismos de
cráneo, independientemente de su magnitud.
Además del
vértigo propiamente dicho, los síntomas que pueden acompañar el cuadro son
náuseas y vómitos. Especialmente en los adultos mayores, el riesgo de caídas
se ve muy aumentado, con una importante incidencia de fracturas, especialmente
de cadera.
El diagnóstico
es clínico, a través de una buena descripción de los síntomas y un minucioso
examen otorrinolaringológico y neurológico.
En la mayoría
de las ocasiones se puede determinar la presencia de VPPB con una simple prueba
en el consultorio médico, a través de la llamada maniobra Dix-Hallpike.
En este examen, el paciente deberá sentarse en la camilla con las piernas
estiradas, mientras el médico le volteará la cabeza hacia un lado a la vez que
inclina el cuello levemente hacia atrás. Luego, recostará al paciente
rápidamente boca arriba con la cabeza apoyada y buscará movimientos oculares
anormales (nistagmo) y le preguntará si experimenta una sensación de vértigo.
Si este examen
no evidencia la presencia de VPPB, se podrán solicitar estudios adicionales,
que incluyen pruebas de audiometría, exámenes de sangre, resonancia magnética o
tomografía axial computada.
Este tipo de
vértigo no tiene relación con el vértigo prolongado ni con los ataques
recurrentes de vértigo, que son entidades diferentes, las cuales se pueden
diferenciar claramente en el relato de los síntomas.
Otros
diagnósticos posibles ante episodios de vértigos son la neuronitis vestibular
(inflamación del nervio que transmite la información del laberinto al cerebro),
la enfermedad de Ménière (ataques recurrentes de vértigo asociados a
disminución de la audición), la insuficiencia vertebrobasilar (trastorno
circulatorio del territorio posterior de la cabeza) y el vértigo como
síntoma equivalente de migraña.
Maniobra de
Epley
Por lo
general, para este tipo de vértigo no se indica un tratamiento farmacológico,
sino que, de la misma manera que se realiza el diagnóstico, puede ejecutarse el
tratamiento. En este caso, se realiza lo que se conoce como Maniobra de Epley.
Se trata de
una técnica de reposicionamiento canalicular, que consiste en realizar
determinados movimientos con la cabeza y mediante la cual se
"acomodan" estas partículas en el oído. Estos ejercicios pueden
aliviar hasta el 80% de los casos de VPPB. Si bien se trata de un
tratamiento simple, la maniobra de Epley debe ser realizada por un médico,
fisioterapeuta u otro personal de la salud entrenado para este fin.
Esta técnica
consta de cuatro movimientos de la cabeza y el cuerpo, que van desde sentarse,
hasta acostarse, rodar y nuevamente sentarse.
Primer
movimiento: comienza desde una posición sentado en la camilla (como en la
maniobra Dix-Hallpike), con la cabeza rotada 45° hacia el lado afectado. Luego,
el médico recostará al paciente con la cabeza apoyada y rotada para ese mismo
lado durante uno o dos minutos.
Segundo
movimiento: el paciente deberá girar la cabeza 90° hacia el otro lado y
permanecer así durante unos segundos.
Tercer
movimiento: el paciente deberá girar el cuerpo hacia el lado donde tiene
inclinada la cabeza hasta colocar la línea de los hombros vertical a la
camilla. Luego, deberá girar la cabeza de forma que quede mirando hacia el
suelo y permanecer así durante dos minutos.
Cuarto
movimiento: el paciente deberá incorporarse lentamente hasta volver a la
posición inicial. Una vez sentado, el médico o fisioterapeuta flexionará
suavemente la cabeza del afectado hacia adelante durante no más de 30 segundos.
Para completar
el tratamiento y potenciar su efectividad es necesario mantener durante el
resto del día y la noche la cabeza en una posición donde el oído afectado no
esté por debajo de los hombros. Es decir, que no se deberá dormir o recostarse
sobre ese lado ni realizar actividades que obliguen al paciente a agacharse o
hacer algún esfuerzo. Para dormir, se pueden colocar varias almohadas debajo de
la cabeza, de manera que quede más elevada que el nivel de los hombros.
Esta rutina
deberá realizarse durante dos o tres días posteriores a haber hecho el
tratamiento con la maniobra de Epley.
Si bien este
tratamiento es sumamente sencillo y de fácil implementación, es indispensable que lo ejecute un
profesional, debido a que los síntomas del VPPB pueden aparecer
en el medio de estos ejercicios.
En la mayoría
de los casos, la maniobra de Epley pondrá fin al VPPB. En ocasiones, el vértigo
puede regresar luego de unas cuantas semanas, para lo cual será necesario
repetir el tratamiento. En el caso de que los vértigos continúen, se deberán
evaluar otros causales.
Dra. Gabriela Ferretti
MN: 81.108
Médica clínica, médica neuróloga, auditora médica y médica legista.
Vicepresidente de APERCA, Asociación de Peritos de la Salud de la Ciudad de Buenos Aires
RRSS: @doctoraferretti
MN: 81.108
Médica clínica, médica neuróloga, auditora médica y médica legista.
Vicepresidente de APERCA, Asociación de Peritos de la Salud de la Ciudad de Buenos Aires
RRSS: @doctoraferretti
Fuentes: The Lancet - Vertigo,
Cochrane - Maniobra de Epley para el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) (2014)
Cochrane - Maniobra de Epley para el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) (2014)
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