Tratamientos con Toxina Botulínica que evitan la cirugía y el aislamiento social
La Hiperhidrosis es un trastorno por el cual nuestro cuerpo transpira
más de lo que necesitamos para regular la temperatura del cuerpo. Son episodios
de gran sudoración, con goteo, en respuesta a determinadas situaciones que
funcionan como gatillo. Es un trastorno de origen genético que puede aparecer
durante la pubertad y característicamente no sucede durante el sueño. Si bien
no genera, ni predispone a ninguna enfermedad, deteriora notablemente la
calidad de vida de quienes la padecen.
La Hiperhidrosis
suele darse en determinadas partes del cuerpo, el 66% de los casos es en los
axilares, el 32% en las palmo-plantares, el 1% son cráneo-faciales y un 1%
tronco y otras localizaciones.
El 3% de la
población padece de Hipehidrosis y su distribución es pareja en todas las
latitudes o sea que no es un fenómeno de las regiones cálidas. Se lo sufre
tanto en verano como en invierno. A modo de ejemplo en un colegio secundario de
300 chicos hay 9 que lo padecen en axilas y 3 en manos y pies.
Las glándulas
sudoríparas se encuentran en el espesor de la piel y están formadas por un
cuerpo o sáculo cuyas paredes producen el sudor. El cuerpo de la glándula posee
fibras musculares que lo rodean y en respuesta al estimulo nervioso, el musculo
se contrae y “exprime” el sáculo haciendo que transpiremos.
Para su
tratamiento en los casos cráneo faciales y palmo-plantares el tratamiento de
elección es la cirugía con tasas de satisfacción del 70% y 99.9%
respectivamente.
En los casos
axilares focales tradicionalmente se indicaba la cirugía y si bien su
indicación todavía persiste, desde hace ya unos años la aplicación de Toxina
Botulínica para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar se impuso como una
alternativa que brinda los mismos resultados, sin la necesidad de someterse a
una cirugía.
La Toxina
Botulínica es un excelente relajante muscular de acción local: esto significa
que solo actúa en la zona de aplicación.
Cuando se
aplica toxina botulínica en el espesor de la piel de la zona axilar, a modo de
tatuaje o mesoterapia, genera al cabo de 2-5 días una notable disminución de la
sudoración, experimentando el paciente un cambio en su calidad de vida. Este
tratamiento no genera incremento de sudoración en otras zonas del cuerpo. No
interfiere con la depilación, transitoria ni permanente. No requiere
preparativos, ni cuidados posteriores y se realiza en una sola sesión de 15
minutos en el consultorio.
Los resultados
duran entre 5-6 meses en el 98% de los pacientes y como con cualquier otro
medicamento no se administra a embarazadas o durante la lactancia.
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