Oficinas saludables

El trabajo  a tiempo completo en una oficina, lleva a que se pasen más horas en ella que en la propia casa.  A pesar de la búsqueda interminable del equilibrio entre el trabajo y la vida privada, la realidad es que la tasa de agotamiento está aumentando en todo el mundo y en casi todos los sectores.

Las empresas ya están tomando nota de este fenómeno. Según un informe de CBRE Research sobre el bienestar en la oficina, el 79% de los encuestados respondió que equilibrar los compromisos personales y profesionales era una causa de estrés, mientras que el 80% de los empleados dijeron que los programas de bienestar serían cruciales para atraerlos y mantenerlos en sus puestos de trabajo durante los próximos 10 años.

Con la salud de los empleados en la agenda del día, todavía hay mucho trabajo por hacer. En 2013 un informe de la Organización Mundial de la Salud arrojó que la mayoría de los países tienen estándares mínimos para las características de seguridad y salud en el lugar de trabajo, y pocos están enfocados en los aspectos de salud mental de las condiciones de trabajo. La oficina siempre ha sido vista desde una perspectiva de riesgo para la salud, pero nunca como un lugar gratificante que puede ayudar a mejorar el desempeño, centrándose en el bienestar de los empleados.

En la oficina de CBRE en Amsterdam, Elizabeth Nelson, investigadora de la Universidad de Twente, y WouterOosting, director senior de estrategias y diseño de CBRE Holanda, exploraron oportunidades para aumentar el potencial de los trabajadores centrándose en un enfoque holístico de la salud en el espacio de trabajo.

Durante este proyecto de investigación de siete meses de duración, Nelson y Oosting esencialmente crearon un ambiente de oficina más saludable para los empleados, adaptándolo a sus necesidades desde la perspectiva del cuerpo y la mente. También evaluaron el esfuerzo mental y los niveles de energía de los empleados diariamente, comparándolos con el grupo cuyo ambiente seguía siendo el mismo.

¿Los resultados? “La gente tuvo mucho mejor rendimiento en situaciones saludables que en sus situaciones típicas”, expresa Nelson. “Todos estamos jugando con los niveles de energía. Si estamos cansados, vamos a la cafeína y al chocolate en lugar de aire fresco,sol, alimentos nutritivos y agua. Los efectos positivos de estos cambios sencillos fueron realmente significativos”.

DE LA OFICINA A LA SALUD

Oosting comenzó a cambiar el ambiente de los empleados, con un enfoque diferente cada mes, incluyendo la adición de plantas a los espacios de trabajo, mejorando la iluminación de la oficina, ofreciendo aperitivos nutritivos en lugar de azúcar y cafeína.  Durante el experimento también se ofreció yoga en la oficina, se alentó el caminar y la meditación.

UN ESPACIO DE TRABAJO MÁS VERDE ES UN ESPACIO DE TRABAJO MÁS ACTIVO

Agregar plantas a los ambientes ha demostrado mejorar las cefaleas, la depresión, la concentración, la autodisciplina y el estrés fisiológico, según la investigación de Nelson.

SNACKS SALUDABLES

Los resultados más tangibles provienen de la alteración de las colaciones por la tarde.

A las 3 PM, el horario donde es más común recurrir a una colación, a un grupo se le dió golosinas y harinas, mientras que al otro grupo se le ofreció batidos verdes. Cuando ambos fueron examinados inmediatamente después, se encontró que el grupo que comía verduras tenía mucho más enfoque, con una tasa de precisión del 91%, frente al 46% del otro grupo.

TRABAJO MÁS INTELIGENTE CON MENOS ESTRÉS

Nelson también probó la respuesta de un grupo de control a situaciones de alta presión, colocándolas en posiciones incómodas (pidiendo a las personas que actuarán frente a sus colegas o cantaran en público). Aquellos que fueron colocados en situaciones de alto estrés realizaron la tarea de precisión un 30% peor, en comparación con los empleados que estaban menos estresados ​​antes de tomar la prueba.

Todos los cambios fueron diseñados para mejorar la calidad de vida de los empleados, lo que finalmente les ayudó a estar más comprometidos, enfocados y cómodos en sus puestos de trabajo, de acuerdo con Nelson y Oosting.

“Después de siete meses de estudios simples, hemos sido capaces de mejorar la calidad de vida y desbloquear el potencial humano”, afirma Oosting. “Estamos tratando de crear un ambiente donde los empleados puedan hacer un mejor trabajo en menos tiempo”.

UN CAMBIO CULTURAL

A pesar de que la investigación dio resultados positivos, tanto Nelson como Oosting coinciden en que estos cambios no pueden hacerse en el vacío. Un enfoque holístico es el mejor, y en muchos lugares de trabajo, un cambio cultural es necesario para que estas características se conviertan en parte de una rutina diaria.

“Es necesario tener un programa de gestión del cambio que se adapte a su oficina, o de lo contrario no funcionará”, dice Oosting. “Si estamos pidiendo a la gente que cambie su comportamiento, necesitamos ayudarlos”.

En última instancia, Oosting ve una oficina saludable como una ventaja tanto para los empleados como las empresas. “En una escala práctica, se pierde menos personas, ya que hay menos agotamiento y más eficiencia por parte de los empleados”.

Informe realizado por: Elizabeth Nelson, investigadora de la Universidad de Twente, y Wouter Oosting, director senior de estrategias y diseño de CBRE Holanda